A menudo solemos pensar que "controlar lo que comemos" es suficiente para cuidar nuestro peso y
estar sano; pero nuestra salud no sólo radica en el control de las raciones; sino también en la variedad, una dieta variada que nos aporte todas las vitaminas y minerales que necesitamos.
A continuación vamos a hablar de algunos síntomas o estadios que delatan déficits:
¿Te sientes cansado o decaído al despertar?
Esto se debe a un déficit de vitamina C o vitaminas del grupo B. Estos síntomas además pueden ir ligados a sufrir apatía y somnolencia. Este déficit es propio de menús desequilibrados, pobres en verduras, frutas y cereales integrales.
La clave para no sufrir este déficit es llevar una dieta variada y equilibrada rica en cítricos y verduras.
¿Se te cae el pelo?
Es debido a un déficit de Biotina que no sólo afecta al pelo sino a las uñas y la descamación cutánea.
Esta deficiencia suele ser provocada por tratamientos con antibíoticos que impiden la síntesis de esta vitamina por las bacterias intestinales.
La yema de huevo, el pescado azul y la levadura de cerveza son ricos en biotina.
¿Tardan en cicatrizar las heridas?
Esto es debido a una deficiencia en Vitamina K.
Los antibíoticos y un déficit de Vitamina C pueden afectar a su absorción.
Esta vitamina está presente en vegetales de hoja verde y crucíferas. Las cocciones más recomendadas para conservar esta vitamina es al vapor y con poca sal.
¿Sueles sufrir infecciones?
Esto puede ser debido a un déficit de vitamina A, que es la encargada de la correcta hidratación de las mucosas.
Esta deficiencia ocurre por dietas desequilibradas.
La obtenemos de vegetales naranjas, carnes y lácteos.
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