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lunes, 14 de diciembre de 2015

Atracones Navideños. Cómo evitarlos.

Nuestras calles se llenan de luz, de guirnaldas, de Papa Noel subiendo hurtadillas a las terrazas... Y en nuestros supermercados aparecen las peladillas, los polvorones, los turrones... y un sinfín de azúcares que hacen que en estas fiestas nuestro peso puede verse aumentado hasta en 4 kilos.

Y es que tanto el orden, cómo la cantidad de alimentos hacen que nuestro estómago y la báscula se resientan. Hoy vamos a hablar de unos sencillos consejos para evitar los atracones navideños.

Entrantes: Embutidos, tartaletas, mariscos, canapés... son alimentos muy típicos de estas fechas; pero tienen una concentración muy alta en hidratos de carbono y grasas, es cierto que en Navidad podemos darnos un poco de tregua con la dieta, pero lo mejor es no pasarse; y si lo hacemos acompañarlo de un plato principal más ligero.

Pan: La exclusión del pan dentro de una dieta equilibrada no está justificada, pero en Navidad podemos consumir en exceso: patés, quesos, embutidos... Para este tipo de alimentos es mejor el pan integral que ya se vende en tostadas, ya que su nivel calórico es menor y al ser más duro el masticado es más prolongado y nos da sensación de haber comido más.

Postres: Tras la cena, bandejas llenas de turrón, peladillas y dulces acaparan la atención de los comensales y pasa exactamente lo mismo que con la fruta. El estómago está ocupado digiriendo la comida y este azúcar se verá obligado a fermentar creando un pico de glucemia más elevado.

Ponerle remedio: Tras una cena copiosa; al día siguiente lo mejor es preparar comidas ligeras (y no comerse las sobras de la cena) para evitar empeorar la situación. Para ello la comida "post-atracón" debe ser ligera y rica en fibra, para facilitar la completa digestión.

En definitiva, la Navidad es una época para reunirse con la familia, dejar de lado por unos días la rutina y darnos un pequeño homenaje. Pero conseguir mantener la línea en Navidad, es primordial para no perder lo que tanto lo que tanto nos ha costado ganar durante el año.

Y no olvidéis que los que únicos que beben, beben, vuelven a beber son los peces en el río; y si tu vas a hacerlo; por favor; deja el coche en casa.

¡Espero que paséis unas felices fiestas y gracias por leerme!

viernes, 4 de diciembre de 2015

Cómo te informa tu cuerpo de un déficit de vitaminas.

A menudo solemos pensar que  "controlar lo que comemos" es suficiente para cuidar nuestro peso y
estar sano; pero nuestra salud no sólo radica en el control de las raciones; sino también en la variedad, una dieta variada que nos aporte todas las vitaminas y minerales que necesitamos.

A continuación vamos a hablar de algunos síntomas o estadios que delatan déficits:


¿Te sientes cansado o decaído al despertar?

Esto se debe a un déficit de vitamina C o vitaminas del grupo B. Estos síntomas además pueden ir ligados a sufrir apatía y somnolencia. Este déficit es propio de menús desequilibrados, pobres en verduras, frutas y cereales integrales.
La clave para no sufrir este déficit es llevar una dieta variada y equilibrada rica en cítricos y verduras.


¿Se te cae el pelo?

Es debido a un déficit de Biotina que no sólo afecta al pelo sino a las uñas y la descamación cutánea.
Esta deficiencia suele ser provocada por tratamientos con antibíoticos que impiden la síntesis de esta vitamina por las bacterias intestinales.
La yema de huevo, el pescado azul y la levadura de cerveza son ricos en biotina.

¿Tardan en cicatrizar las heridas?

Esto es debido a una deficiencia en Vitamina K.
Los antibíoticos y un déficit de Vitamina C pueden afectar a su absorción.
Esta vitamina está presente en vegetales de hoja verde y crucíferas. Las cocciones más recomendadas para conservar esta vitamina es al vapor y con poca sal.

 ¿Sueles sufrir infecciones?

Esto puede ser debido a un déficit de vitamina A, que es la encargada de la correcta hidratación de las mucosas.
Esta deficiencia ocurre por dietas desequilibradas.
La obtenemos de vegetales naranjas, carnes y lácteos.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Silicio. Un mineral clave.

Podemos encontrar este mineral formando parte de las estructuras más internas de nuestro organismo.
Forma parte de los osteoblastos, que son los encargados de reconstruir las estructuras músculo-esqueléticas siendo el responsable de la elasticidad en la piel y de retrasar el envejecimiento celular prematuro.

Una dieta rica en carnes y alimentos refinados, puede provocar su deficiencia. Su déficit provoca que nuestras uñas y nuestro pelo estén más quebradizos, salgan estrías en nuestra piel, inflamación músculo-esquelética y envejecimiento prematuro.

¿Cuál es la cantidad recomendada de silicio? Las RDA están sobre los 15-35mg de los cuales absorbemos la mitad. 

¿Qué alimentos son ricos en silicio? 
Destacan el arroz, la avena, la cebada, el centeno y el trigo en sus variedades integrales, las judías verdes, el pepino, apio, setas, lentejas rojas, rábano y plátano entre otros.
Mijo marrón: típico de Europa central, considerado superalimento por su contenido en silicio y es que este cereal aporta 500mg de silicio por 100gr.  
Cerveza: 300ml de cerveza aportan 6 mg de silicio.
¿Y que pasa con el agua?
Lo que conocemos como "AGUAS DURAS" son ricas en minerales; pero concretamente el silicio desaparece casi por completo en la filtración de las depuradores. Algunas zonas graníticas cómo Lugo, Ourense, el Sistema Central y algunas zonas de Girona; aportan silicio.
¿Cómo se toma en suplemento?
Se suele utilizar ácido ortosilícico que se suele estabilizar con colina para mejorar su absorción.